Con el fin de lograr estas series me presenté como fotógrafa de sociales en diversos eventos. Me impuse la regla de tomar el número de fotos que fuera necesario para que los sujetos dijeran basta, mostraran un hartazgo notable o se marcharan. El hacerlos pasar por esa incomodidad tuvo como objetivo lograr desarticular la típica pose que todos ofrecemos cuando nos encontramos en un contexto social. La idea era encontrar la evolución de las microexpresiones de los fotografiados hasta develar la pose por completo.


















